23 de diciembre de 2011

"La fuente de tus colores", lo nuevo de GUILLERMINA

La Guille acaba de lanzar su 4º material discográfico, y acá te contamos un poco de qué se trata “La fuente de tus colores”.


El disco arranca con “Tu mente sin tiempo”, tema bien guillerminiano como para decir “Acá estamos. Somos nosotros y tenemos cosas nuevas para contarles”. La voz de Chory Berisso se desgarra como siempre y aparece ya en el primer segundo de “Hija de la vida” junto con el primer acorde del tema. Guillermina en estado puro. 

“El impulso humano” es la primer canción tranquila del disco, y es una melodía acorde para decir que “cuando lleguen las sombras / sabrás qué hacer”, y que “el impulso humano que nos quedó / al fin nos muestre cuánto vale vivir”. Las letras de la Guille siempre te dejan pensando, y si encima son cantadas con la energía que las canta Chory, pueden llegar a taladrarte el bocho y quedarse a vivir ahí.

“Donde vos creas” continúa con la línea de las canciones de Guillermina: un rock cancionero más pesado, con buenos punteos y solos de viola a cargo de Gabriel Berisso y Juan Pablo Caruso. La melodía en forma de N (abajo-arriba-abajo-arriba) es característica en la banda de Haedo. 

De repente se pone todo más oscuro con “Emociones distantes”, hasta llegar a la mitad del disco donde suena un riff hipnotizador en “Creador de pesadillas”. En el medio de éste aparecen voces de niños, sonido de televisores, susurros, respiración agitada, llanto de bebé… y la canción vuelve a hacerse presente. A 30 segundos del final, el tema se va al carajo y predice un pogo tremendo en los recitales. 


El bajista Daniel Suárez toma la voz cantante en “No hace falta un estribillo”, un tema fogonero con un estribillo pegadizo (justamente, mirá vos) que ya habían presentado en algunos shows por el Oeste. Para seguir en el ambiente de viola acústica, prosigue “Convivir”, de hermosa lírica y muy buena interpretación vocal.

El disco continúa con “Faros” y a esta altura, faltando 3 temas para terminar, entra en una meseta de energía. Energía que se le pide a la Guille por su historia de canciones al palo, lo que les bastó para ser una de las bandas más representativas del rock del Oeste del conurbano bonaerense. Por energía me refiero a temas viejos como “GGG”, “Café Latinoamericano” y “Testigos y Sal”. Acá hay, pero no abundan.

“Vos sos Dios” es el tema 10 del disco. ¿Un tema dedicado al Diego? Resultaría obvio. Habría que preguntarle al Chory o a alguno de los chicos de la banda. Lo cierto es que esa energía que se venía reclamando, acá empieza a mostrarse.

Voz de niña. No, no es la del Chory (?) sino la que arranca en el tema “El día que perdieron la libertad”. Las frases “nadie sabe lo que siento” y “no hay amor en este cuento” que suenan en este tema, las veo haciéndose grito entre el público cuando suenen en vivo.


¡Sorpresa! Riff funkero en “Nido de Cóndores” y no entiendo cómo este tema no está promediando el disco (quizás porque dura 8’53” y al final se esconde un track fantasma –lo que se escucha acá es, a mi entender, la escencia de la Guille-). Lo importante es que el tema está, y cierra un disco de Guillermina donde parece haber existido la exploración de algunos ritmos un poco más densos y oscuros, por sobre los que despiertan alegría y agite. “La fuente de tus colores” no rebalsa, pero está llena de matices para que te zambullas de cabeza.


31 de julio de 2011

TE PEGAN LOS TIROS (Comentarios de "Imán", nuevo disco de Once Tiros)

Ta, bo. Discazo. Ya habíamos podido escuchar un adelanto del nuevo disco de la banda uruguaya campeona de América. “Nos dijimos todo” estuvo colgado en YouTube durante semanas previas al lanzamiento, y anticipaba de manera exacta lo que se venía. Rock, mucho rock, con el ska característico que los acompaña desde sus inicios y que se resisten a dejar de lado (lean, veleros y notevagusteros, que dejaron de lado el candombe y la murga en sus temas. Tomápabó). 


Este adelanto es el que abre el disco, y le siguen “Llegando al principio” y “Tu postura”, temas que habían tocado en sus últimos shows en Argentina (recuerdo dos en Niceto, uno lo contamos acá). Son canciones que mantienen cierto relajo hasta que se pudre todo en “Batalla sin luz”. Guitarras al frente y voz desgarradora de Pablo, hacen un combo que hace explotar todo.

“El don del niño” sirve de introducción al reggae crítico “Bendiciones”: “Qué pasa, tierra mestiza? / Donde las ideas se cotizan” ya había sido cantado en un show en el Estadio Malvinas, donde Once Tiros teloneó a La Vela Puerca en una fecha bien uruguaya. Este tema yo lo había subido a YouTube con una imagen y sonido que hasta un ciego y sordo vendría a quejarse, pero vale para que se den una idea de qué va la canción.


Otro enlace previo a un temazo es “Mis amigos”, un típico tema de Once Tiros. Pero la papa está en “Look cool”, con un comienzo donde habla un tanguero y se escuchan ruidos de bar, hasta que Pablo se empieza a enojar y a rapear (Amén a las letras raperas de Once Tiros, como “Kamikaze” o “Televicio”) en contra de una pendeja racista / una materialista que tiene en su billetera todo lo que desea / tiene un look cool pero que él la quiere conquistar igual. Lo mejor del disco, a mi entender.


Los últimos 3 temas del disco son “Tiempo y dolor” (otra canción que pudo haber estado en cualquier disco de “los tiros”), “Gente detergente” (punk en los estribillos, guitarra criolla en las estrofas y un punteo de Bruno corto pero eficiente) y cierra “Un amor diferente”, la canción mas tranqui del disco.

“Imán” cumple con su cometido. Te mantiene pegado al parlante de principio a fin del disco. Son algo más de 40 minutos de puro Once Tiros, pero quizás lo mejor de esa pureza que todavía no cumplió sus 15 años. Y seguro que habrá fiestita cuando eso pase.

Fede Argiles.-

29 de julio de 2011

NUEVA SECCIÓN: COMENTARIOS SOBRE NUEVOS DISCOS (Presentación)

Por lo general, tengo dos momentos para escuchar el disco nuevo de algún artista o banda: en mi cuarto, de fondo mientras hago otras cosas, o en el colectivo con el iPod. Ambos momentos tienen sus pros y sus contra. A saber:
En mi habitación puedo escuchar el audio lo más fiel posible del disco porque tengo unos buenos parlantes (Amén a los Edifier). Pero el hecho de que la música oficie de sonido ambiente mientras boludeo hago sociales en Facebook u ordeno mi cuarto, sólo me sirve para apreciar el funcionamiento de las melodías, algunos riffs que se puedan destacar y algún que otro estribillo que termine uno tarareando.  Saber, en líneas generales, si el disco merece más de mi atención.
En el iPod, en cambio, el sonido no es tan bueno como en los Edifier (de todas formas, Amén a Apple). Pero la tranquilidad que da el viaje en el 166 por la sendas del Metrobús logra hacerme concentrar más en las letras de los temas, el orden de estos en el disco, y captar mejor la elección de cada melodía en las canciones.

Cabe destacar (y si no te cabe, jodete) que soy un aficionado por la música. No llego al punto de fan o enfermito. No soy un Boby Flores. Más bien digamos que sin música vería todo en blanco y negro. Me gusta conocer nuevas bandas, nuevos estilos, nuevos matices musicales. Y de los que ya conozco, estar al tanto de sus innovaciones en materia discográfica.
Y, para ir cerrando (pa’ que no entren los chorro’), como siempre tengo algo para decir cuando escucho un disco nuevo, me parece buena onda tratar de comentárselo a ustedes. Así ustedes, quizás, conozcan nuevos artistas, nuevas bandas, que antes ni se imaginaban escuchar. Digamos que si después de una nota mía comentando un nuevo disco, alguno de vosotros me agradece por haberlo hecho conocer nueva música, entonces todo esto tendrá sentido. Vertical, ponele.

Fede Argiles.-